Lleva 21 años trabajando para que el agua llegue a futuros pequeños regantes, intertanto en que algunos han muerto, unos pocos se han rendido y el mismo ha perdido la vista, aunque mantiene su bandera al tope.
Cesar Alejandrino Valenzuela Riquelme, es una de los dirigentes emblemáticos de Los “Blancos del Diguillín” un grupo de potenciales nuevos regantes del sistema Laja Diguillín, que llevan más de 2 décadas presionando para que se cumpla el compromiso del Estado de Chile de incorporarlos al riego. La iniciativa surgió de un imperativo de “rentabilidad social” considerando a los sectores más desprotegidos de la pequeña agricultura, principalmente de Bulnes y San Ignacio que técnicamente podían contar con agua dentro del proyecto Laja-Diguillín. Se trata de cerca de 2 mil familias que se incorporarían al riego seguro en una zona de 10 mil hectáreas. En 20 años, el avance es poco, ya que la solución solo ha llegado para 1.600 hectáreas.
“Mientras tenga vida salud y vida, pueda caminar, escuchar y pensar, voy seguir luchando hasta que logre dejar un legado. Hasta que logre conseguir que esto fructifique. Me conformaría con al menos, dejar dos o tres canales ya priorizados y que la gente, algún día, no mañana ni pasado, pero a lo mejor en 5 años, pueda regar”, comenta el dirigente y agrega: “Que la gente pueda regar es muy importante y a el mejor ejemplo es ver como les ha cambiado la vida a la parte alta de San Ignacio, a los pocos Blancos que ya cuentan con agua”.
Su actual condición de perdida creciente de la vista en los últimos 5 años – debido a daños en la retina macular que han ido acentuando la fuerte miopía que lo acompaña de toda la vida – no ha sido impedimento para su buen desempeño como dirigente social y productor agrícola. Apoya la administración agrícola de su grupo familiar y es hábil apicultor, aunque tiene claro que no se hará rico con la actividad. Señala venir de una familia campesina pobre. “Hemos pelado el ajo, pero los campesinos sabemos que con agua las cosas mejoran”.
Pese a la adversidad hay que seguir adelante señala: “Nos falta apoyo técnico y recursos, pero hay que ir avanzando. Hay que dar un corte para terminar. De aquí a 5 años, varios no vamos estar, pero lo que importa es que la gente se quede en el campo. Es muy importante producir alimentos”.
“Estamos atrasados. La burocracia del Estado ha sido espantosa. No hemos encontrado continuidad para seguir en este tema con los cambios de Gobierno y autoridades. El paso del tiempo y el poco avance, juegan en contra. Ha muerto gente en el intertanto, otros se decepcionan. Los estudios que se ha logrado hacer se desactualizan, quedan obsoletos y hay que rehacerlos. No nos queda otra que mantener la esperanza y tratar de avanzar lo que más se pueda, con obras provisorias, con retroexcavadoras y marcos de madera”.
El dirigente cree que es un buen signo que a nivel de la Gobernación de Ñuble se haya reactivado la Mesa de los Blancos, que en su próxima reunión a mediados de marzo, que se realizará este viernes, comenzará a elaborar una propuesta para el nuevo Gobierno que asumirá Gabriel Boric. “Esperamos, por la rentabilidad social de este proyecto que apoya la agricultura familiar campesina y por tratarse de un compromiso asumido por el Estado, el nuevo Gobierno ayude a sacarlo adelante”.
Entre los emblemáticos de Los Blancos, Cesar Valenzuela destaca a Myriam Alcarruz, Zenobia Reyes, Adolfo Quilodrán, Cesar Baeza, Luis Ortega, Luis Bocaz, Joel Moncada y Miguel Ocares entre otros.
fuente:https://www.chillanonline.cl/V5/mientras-tenga-vida-voy-a-seguir-luchando-por-los-blancos-del-diguillin-cesar-valenzuela-un-dirigente-tenaz/
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